Mi jefa, Rie Makino, es una persona extremadamente difícil y estricta, pero toda la empresa reconoce su capacidad y todos la respetan. Aunque sé que Rie-san está casada, todavía me agrada. Una vez, cuando estábamos en un viaje de negocios juntos, entré accidentalmente al baño de mujeres equivocado. Como tenía miedo de que otros me vieran, Rie-san usó su cuerpo para cubrirme. Los pechos gigantes estaban borrosos a través de la fina toalla combinada con el aroma corporal de Rie-san, haciéndome incapaz de soportarlo más. Inmediatamente me apresuré a tomar posesión del cuerpo seductor que añoraba cada noche. Aunque ella seguía diciendo que no, su cuerpo me decía que tenía ansias de sexo, continuamente llegaba al clímax mientras me hacía el amor. Y después de ese viaje de negocios, Rie-san todavía no podía olvidarme, trabajó horas extras para tener sexo conmigo, ¡convirtiéndose oficialmente en mi amante!